viernes, 3 de febrero de 2012

Las Juntas Vecinales


Las Juntas Vecinales
La importancia de la organización de los ciudadanos en la lucha por la seguridad ciudadana

Aldo Blume Rocha

Nancy Mejía Huisa

Instituto de Defensa Legal (IDL-SC)

En los últimos días, a raíz del atentado sufrido por la hija de un Congresista de la República1 , el cual refleja la creciente presencia de la delincuencia en nuestro país, ha recobrado vigencia el debate en torno a las medidas que debe adoptar el Estado para hacer frente a la inseguridad ciudadana. Sin embargo, la mayoría de las medidas planteadas, como por ejemplo el aumento de las penas para los delitos comunes o la colocación de un mayor número de policías en las calles, han dejado de lado el rol que le corresponde ejercer a la ciudadanía en esta tarea, de modo tal que la misma no solamente sea un observador pasivo en esta materia sino que colabore con las autoridades, en la medida de sus posibilidades, a través de la observación y de la participación.

El Instituto de Defensa Legal, en la publicación denominada “Hoja de Ruta para un Plan Local de Seguridad Ciudadana”2 , puso de relieve que toda planificación en materia de seguridad ciudadana, principalmente la que tiene lugar a nivel local, debe partir de la premisa básica de que el éxito en el logro de la seguridad ciudadana depende básicamente de una triple alianza estratégica, la cual hemos convenido en denominar trípode de la seguridad, conformada por los siguientes actores: Gobiernos Locales, Policía Nacional y vecinos.

Si bien es cierto que la responsabilidad respecto a la preservación de la seguridad ciudadana recae principalmente en la Policía Nacional, siendo uno de sus principales deberes institucionales de conformidad con el artículo 166º de la Constitución, y que la misma también recae en el ámbito competencial de los Gobiernos Locales, de conformidad con el artículo 197º de la Carta Magna; también es cierto que, en base al artículo 38º de la Constitución, existe un deber por parte de los ciudadanos de respetar y defender los bienes de relevancia constitucional, como lo es la seguridad ciudadana. En ese sentido, en la medida en que los recursos de las autoridades son limitados y escasos, corresponde a los ciudadanos no solamente observar sino colaborar con las autoridades, a través de la organización y de la participación, a fin de que las mismas cumplan con eficiencia sus funciones.

Ello no implica en modo alguno que la responsabilidad en torno a la seguridad ciudadana pase a ser adjudicada a los vecinos ni que estos reemplacen a las autoridades estatales en el ejercicio de estas funciones. Lo que planteamos es que la población apoye a sus autoridades y colabore con ellas en la medida de sus posibilidades.

Las Juntas Vecinales

El principal mecanismo a través del cual se materializa esta participación ciudadana son las Juntas Vecinales. Éstas, como su nombre lo dice, son agrupaciones vecinales que se conforman por razones de autoprotección y están integradas por personas que residen o laboran en un mismo barrio, sector, urbanización o distrito. Entre los principales objetivos que desarrollan las Juntas Vecinales cabe mencionar los siguientes3 :

- Lograr la participación activa de la población en estrecha colaboración con la policía, en actividades preventivas, tales como el patrullaje de calles y avenidas.

- Establecer una comunicación y coordinación en forma permanente entre los vecinos y su comisaría, a fin de mantener un estado de alerta efectiva frente a cualquier amenaza que genere la delincuencia. Los vecinos están en muchas ocasiones en mejor posición que la policía para identificar los focos delictivos y pueden aportar valiosa información a los agentes policiales.

- Promover el sentido de cooperación entre vecinos e internalizar una “cultura de seguridad”.

- Fomentar la participación social mediante el desarrollo de programas culturales, deportivos, cívico-patrióticos, ecológicos, educativos y de salud, entre otros.

Cabe precisar que las Juntas Vecinales forman parte el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana (SINASEC), por cuanto en los artículos 15º y 16º de la Ley N.º 27933 se reconoce la participación de las Juntas Vecinales en los Comités Provinciales y Distritales, respectivamente, a fin de hacer sentir la voz de los vecinos en el diseño e implementación de las políticas de seguridad ciudadana de su respectiva jurisdicción.

De otro lado, si bien las Juntas Vecinales son la representación por excelencia de la participación de la comunidad en materia de seguridad ciudadana reconocidas en el marco del SINASEC, no quiere decir que sea el único mecanismo pues, tal como lo refiere el Comandante PNP Guillermo Bonilla4 , existen otras instituciones de la sociedad civil que pueden colaborar en la lucha por la seguridad ciudadana, tales como:

- Los comités de vigilancia ciudadana.

- Las mesas de concertación para la lucha contra la pobreza.

- Las rondas campesinas y los comités de autodefensa.

- Las comunidades campesinas y nativas, a cuyas autoridades la Constitución, en su artículo 149º, les reconoce funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial5 .

- Los comités de Defensa Civil.

- Las instituciones educativas.

- Las asociaciones de padres de familia.

- Las compañías de bomberos voluntarios.

En síntesis, el rol de la ciudadanía puede ser resumido de la siguiente manera:

Organizar Juntas Vecinales para colaborar con la Policía Nacional en las labores de prevención del delito, bridándole información oportuna y manteniendo a la población en estado de alerta frente a cualquier amenaza para su seguridad.

Por otra parte, si bien las Juntas Vecinales son iniciativas ciudadanas, tanto las municipalidades como la Policía Nacional deben fomentar su conformación pues son los mecanismos a través de los cuales pueden comunicarse con la población y conocer sus intereses y demandas. Específicamente, corresponde a la Policía Nacional, en tanto que cuenta con la experiencia y la especialización necesarias, capacitar a los integrantes de las Juntas Vecinales en aspectos preventivos de seguridad.

También cabe advertir, tal como lo hace el Mayor PNP Comandante Bonilla6 , que las Juntas Vecinales, a fin de funcionar efectivamente, no pueden tener un sentido político partidario pues ello hace que se desnaturalicen los fines para los cuales fueron creadas, haciendo que los esfuerzos vecinales se destinen a fines políticos de las autoridades ediles de turno y que los ciudadanos se sientan utilizados. Asimismo, se requiere un fuerte compromiso por parte de los integrantes de las Juntas Vecinales. La participación debe ser activa, constante y permanente.

A continuación presentamos tres casos que reflejan que la participación vecinal organizada y constante puede marcar la diferencia en lo que respecta a la lucha por la seguridad ciudadana.

Experiencias exitosas

- La Floral (La Victoria – Lima Metropolitana)

Hasta fines de los años noventa, la avenida La Floral, en el distrito de La Victoria (Lima Metropolitana), estaba tomada por más de 700 delincuentes y drogadictos. Asaltaban personas, saqueaban viviendas, desmantelaban autos, robaban a los microbuseros y a los taxistas. Las principales víctimas de estos delitos eran, desde luego, los vecinos del lugar. Toda empresa estaba condenada al fracaso, todo negocio era imposible; y la vida expresaba el infierno cotidiano del miedo y la penuria.

Cuando Susano Enciso llegó a ese vecindario, en 1990, solo quedaban 3 empresas agonizando en La Floral. Nadie quería llegar a ese lugar. Ni para pasar, menos para comprar o vender otra cosa que no fuera droga. Los vecinos malvendían sus casas y las que quedaban eran ocupadas por los delincuentes. La esquina de Yerbateros y la avenida Circunvalación era considerada como tierra de nadie. Los carros de transporte público eran los objetivos preferidos de asaltos y desmantelamientos al paso. Las autoridades sabían lo que pasaba pero no actuaban. Algunas, por el contrario, lucraban con las bandas.

El vecino Susano Enciso decidió emprender la titánica tarea de recuperar el vecindario para la inmensa mayoría de habitantes honestos. En 1997 convocó a algunos vecinos (inicialmente solo cinco aceptaron unirse; luego, poco a poco, el número de personas se incrementó) y comenzaron a conversar con la gente para organizarse. Una vez que lograron consolidar un núcleo de acción, pidieron ayuda a la Policía para poder limpiar la zona de manera conjunta.

Fortalecidos con este respaldo, los vecinos salieron al frente, encontrando una fuerte resistencia, amenazas y ataques por parte de los delincuentes. Lejos de amilanarse, persuadieron a más vecinos para que se sumen a la cruzada. Poco después descubrieron que muchos policías no solo se negaban a actuar sino que les ponían obstáculos. Había complicidad y corrupción extendida. Se llegó a detectar que muchos actuaban en combinación con los delincuentes. Entonces, Susano y los vecinos organizados tuvieron que acudir a la Inspectoría de la Policía en 1998.

La presión de la Junta Vecinal llevó a la Inspectoría a tomar acciones, tales como el cambio de los policías implicados. Pero, no todos los policías estaban bajo el manto de la corrupción. También se dieron notables excepciones, como fue el caso del capitán PNP Sánchez Popuche en el año dos mil. Era un policía comprometido con su comunidad, que optó por convocar a todos los vecinos del cerro El Pino y de los alrededores a sumarse a esta tarea. La organización, el número y el respaldo policial les dieron la fuerza para movilizarse (ya había 80 coordinadores, de quienes dependían muchos más vecinos) y tomar las primeras medidas decisivas: cerraron casas dónde se vendía la droga, clausuraron prostíbulos y cantinas clandestinas, botaron a los delincuentes y limpiaron las calles, las cuales estaban convertidas en un muladar. “Por aquí nunca había pasado un carro recolector, los colchones estaban tirados por todas las 8 cuadras de la avenida... fue toda una odisea ... desde ese momento los vecinos nos apostamos en el lugar, no salimos para nada, nos turnábamos [en la vigilancia de las calles] cada seis horas por un mes para que los delincuentes no puedan regresar al lugar. La Policía hacía lo suyo y nosotros los acompañábamos”, cuenta un vecino del lugar.

Poco a poco se impuso la calma en el cerro el Pino y la Avenida La Floral. Fue un proceso largo, cuya consolidación tomó seis años, hasta el 2004. Ahora se puede apreciar calles ordenadas con árboles sembrados. Luego, se construyeron casetas de auxilio rápido y, con el apoyo del vecindario y de los empresarios que iban llegando, se logró construir una pequeña comisaría que está ubicada en las faldas del cerro el Pino y la Avenida México.

Susano Enciso, el líder mayor de las Juntas Vecinales, prosigue en su tarea de organización y capacitación de nuevos líderes. Las amenazas no amedrentaron a este intrépido dirigente, que logró, a base de tenacidad y valentía, organizar a los vecinos, obligar al Estado a intervenir en su ayuda y así convertir un escenario de pesadilla en calles donde el esfuerzo honesto de sus habitantes cimenta un progreso que ya no está parasitado por la delincuencia ni doblegado por el temor.

Para mayor información ver:

http://www.seguridadidl.org.pe/destacados/2007/18-05/texto1.htm

- Villa El Salvador (Lima Metropolitana)

El distrito de Villa El Salvador cuenta con alrededor de 400,000 habitantes. Existe mucho problema delincuencial, el cual se ha podido disminuir gracias a la participación voluntaria de los vecinos, quienes son integrantes de las Juntas Vecinales y participan activamente como ojos y oídos de la Policía Nacional. Patrullan durante todas las noches en las rondas mixtas, es decir, junto con efectivos policiales.

Quintiliano Olivas Ponce es el Coordinador Distrital de las Juntas Vecinales, quien viene participando desde el año 1987 de forma desinteresada como vecino voluntario y líder de esta organización vecinal. Ha recibido múltiples condecoraciones por la labor emprendida a favor de la comunidad. La última condecoración le fue otorgada por la delegación de la policía ecuatoriana, la cual ha tomado como ejemplo la organización vecinal del distrito de Villa el Salvador.

“Estamos haciendo un patrullaje intensivo junto con los vecinos de las Juntas Vecinales y la Policía. De esa manera hemos logrado reducir en un 30 por ciento el pandillaje, respecto al año pasado, en todo el distrito", afirma Quintiliano.

Esta tarea no ha sido fácil para él. En muchas oportunidades tuvo que lidiar con malos policías que no creían en su trabajo. Se sentían que estaban siendo fiscalizados por la sociedad civil y no le prestaban el apoyo para continuar fortaleciendo las Juntas Vecinales. Por otro lado, algunos alcaldes tampoco estuvieron interesados en apoyar a Quintiliano. Pero, eso no fue motivo para no seguir en la lucha contra la delincuencia. Al contrario, ello motivó que los vecinos se integrasen cada vez más ante la desatención por parte de las autoridades.

Así como hubo malas autoridades, también llegaron buenos comisarios que acompañaron la gestión vecinal. Estos tenían otra mirada, la visión de policía comunitaria, es decir, la concepción de una policía cercana al ciudadano y dispuesta a atenderlo en la solución de sus problemas cotidianos. Gracias a este trabajo, dichos comisarios ganaron en varias oportunidades varios gallardetes como premio a la labor emprendida contra la violencia en el distrito. Asimismo, fueron ganadores en el año 2003 como mejor comisaría del año, acompañados de condecoraciones por la labor emprendida en beneficio de su comunidad.

En varias oportunidades sufrieron varias amenazas por parte de los delincuentes, quienes intentaban impedir su labor y sacarlos del distrito. No obstante, las dificultades se pudieron superar gracias al apoyo de los vecinos, que se propusieron como causa común no permitir nuevamente que la delincuencia impere en el distrito de Villa el Salvador, un distrito autogestionario que tiene toda una historia por delante.

Queda una tarea pendiente para las autoridades y es tomar como muestra la organización vecinal. Ahora les toca fortalecerla, acompañarla y posesionarla como un bastión importante en una comunidad. Para ello cuentan con vecinos comprometidos voluntariamente que no piden nada a cambio sino tan solo respirar tranquilidad y transitar por las calles libremente, derecho del cual debe gozar todo ciudadano en nuestro país.

Para mayor información ver:

http://www.seguridadidl.org.pe/destacados/2010/30-03/taller_villa_el_salvador.htm

- Trujillo

En el caso de Trujillo, las Juntas Vecinales alcanzaron un alto nivel de organización con la llegada del General Eduardo Arteta. “Encontró 52 Juntas Vecinales al asumir su puesto. Ahora hay 1200 juntas”, dice Lucy Morales, de la jurisdicción de Esperanza, en Bellavista, una integrante de dichas juntas vecinales. Arteta “devolvió la confianza de la población en la PNP”. Esta experiencia es una muestra de cómo los vecinos se sintieron fortalecidos con la llegada de un buen oficial, quien los respaldó y fortaleció la labor vecinal, dándoles el espacio y el lugar que les correspondía, brindándole todas las facilidades para su mejor desenvolvimiento en su trabajo diario. Trujillo es una ciudad que muchos pensaban que había sido tomada por la delincuencia. Sin embargo, las Juntas Vecinales, liderados por el General Arteta demostraron que es posible combatir a la delincuencia con la coordinación efectiva entre los vecinos y la Policía Nacional.

Para mayor información ver:

http://www.seguridadidl.org.pe/destacados/2010/24-05/alave_trujillo.htm

Lamentablemente, como fuera denunciado oportunamente por IDL-Reporteros, esta experiencia fue cortada abruptamente por decisiones emanadas de las altas esferas del gobierno, lo cual ha propiciado, al menos en parte, que la situación de Trujillo en lo que respecta a la seguridad ciudadana haya empeorado.

Para mayor información ver: http://idl-reporteros.pe/2010/08/03/destitucion-y-retroceso/

Conclusión

Por lo tanto, el Instituto de Defensa Legal reitera su posición respecto a que una de los conceptos clave en la lucha por la seguridad ciudadana es la inclusión del vecino en la discusión y en la determinación de las políticas públicas sobre la materia a ser implementadas. En ese sentido, el fortalecimiento de instituciones como las Juntas Vecinales constituye una valiosa herramienta para canalizar y organizar la participación vecinal, la cual, en alianza con la Policía Nacional y con los Gobiernos Locales, se constituye en un trípode de seguridad contra la delincuencia.

1.Ver: http://elcomercio.pe/lima/1001239/noticia-reggiardo-cualquier-agresion-menor-cadena-perpetua

2. INSTITUTO DE DEFENSA LEGAL. “Hoja de Ruta para un Plan Local de Seguridad Ciudadana”. Lima: IDL, julio 2010.

3. Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC). “Compendio de Dispositivos Legales”. Lima: CONASEC, 2003, p. 56 y ss.

4. BONILLA ARÉVALO, Guillermo. “La Seguridad Ciudadana, Desafío Actual. Una experiencia, un nuevo enfoque”. Lima: Instituto de Defensa Legal, 2008, p. 120.

“Artículo 149.- Las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo de las Rondas Campesinas, pueden ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos fundamentales de la persona. La ley establece las formas de coordinación de dicha jurisdicción especial con los Juzgados de Paz y con las demás instancias del Poder Judicial”.

jueves, 2 de febrero de 2012

La Nueva Junta Vecinal De Seguridad Ciudadana De Santa Isabel

 Junta De Seguridad Ciudadana De Santa Isabel

Foto: Carlos Santana Aguilar.

El pasado lunes 30 de Enero se llevó a cabo la juramentación de los Coordinadores de las Juntas de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Santa Isabel. La ceremonia se realizó en el auditorium de la dependencia policial ubicada en el distrito de Carabayllo de Lima Norte.

El acto de juramentación fue presidido por el Cap PNP Cesar Yanas Guerra, en representación del My Comisario Oscar Granados, contando con la presencia del Tco PNP Javier Añaños Prieto y del Tco Manuel Pariona Sanchez, de la Oficina de Participación Ciudadana (OPC), del Brigadier Domingo Casas y del Sr. Edilberto Villegas, Coordinador Interdistrital de las Juntas de seguridad Ciudadana del distrito de Comas.

El Cap PNP Cesar Yanas Guerra, tomó el juramento de estilo al señor Miguel Ordinola Rivero como Coordinador de de las Juntas Vecinales de la Comisaría de Santa Isabel, para luego pasar a juramentar a los demás coordinadores de las juntas vecinales de esta comisaría.

Durante su discurso Miguel Ordinola Rivero aseguró ‘vamos a trabajar el doble’, también aseguró que sus coordinadores reforzarán al 100% a la Oficina de Participación Ciudadana (OPC) de su comisaría.

La Sra. Jenny Lopez Balcazar, presidente de la ONG ‘Ayudar Perú’ ofreció su apoyo a las juntas vecinales en lo referente a carreras técnicas y campañas médicas, aseguró que viene trabajando con la PNP en diferentes zonas de Lima.

Los directiva de los Coordinadores de Juntas de Seguridad Ciudadana de Santa Isabel está conformada por Miguel Ordinola Rivero, Coordinador de Comisaría; HeraldoTorres Osnayo, Coordinador Secretario; Liliana Estrada Reátegui, Coordinadora Tesorera; Enmma Toribio Sanchez, Coordinador Fiscal; Alvaro Panduro Panduro, Coordinador Secretario de Organización; Rolando Javier Chirinos, Coordinador de Prensa y Propaganda y Henry Mori Quispe, Coordinador Asistente Social.

Artículo de Carlos Santana Aguilar


 






 








Fotos Carlos Santana